Si no el mejor. Me encanta xD.
viernes, 31 de diciembre de 2010
lunes, 27 de diciembre de 2010
domingo, 26 de diciembre de 2010
Una presentacioncilla de fotomontajes
Para verla en pantalla completa, clicad en Menú>View Fullscreen
sábado, 25 de diciembre de 2010
TEMA 2: LA MENTE CREATIVA
Tema 2
View more documents from jgarcianavarro.
Enlaces de interés:
Blog Mente Emprendedora: ¿Cómo saber si estoy ejercitando una mente creativa?
http://menteemprendedora.emprendedor-es.net/blog/?p=51
Blog Ejercicio Cerebral: Acertijos para entrenar tu pensamiento divergente
http://www.ejerciciocerebral.com/2009/04/acertijos-para-entrenar-tu-pensamiento.html
viernes, 24 de diciembre de 2010
miércoles, 22 de diciembre de 2010
Seis sombreros, seis personalidades
Edward de Bono es un psicólogo que ha realizado diversas investigaciones sobre el llamado "pensamiento lateral", el cual consiste en intentar resolver cualquier problema desde puntos de vista creativos. Es decir: podemos llegar a resolver problemas a través de conceptos que, aparentemente, no tienen nada que ver con los mismos, recurriendo a métodos de interrelación de ideas que no siguen el patrón de pensamiento usual (por ejemplo, dar a un objeto un uso distinto al habitual para dar lugar a ideas más ingeniosas). Para ejemplificar este método, el autor escribió el libro Seis sombreros para pensar, en el cual propone que existe una estrecha relación entre los colores de seis sombreros distintos con las personalidades de aquellos que los llevan. Puede ser muy útil para hacer más efectivos procesos de pensamientos grupales en los que es necesaria la coordiniación entre sus miembros:
- Blancos: se relacionan con las personas que investigan mucho, aquellas que están constantemente buscando datos para poder dar el mayor número de argumentos posible.
- Negros: aquellas más negativas, son personas que ponen más pegas, buscan más defectos o "barreras", de espíritu más crítico.
- Rojos: las pasionales, dan declaraciones más emocionales y actúan de forma más instintiva.
- Amarillos: las que buscan más beneficios en ese intento de hallar la armonía.
- Verdes: tratan de cuestionar todo lo que se les dice, se interesan por saber a dónde se quiere llegar con lo que se les está proponiendo.
- Azules: son aquellos que piensan sobre el propio pensamiento, más organizados.
Nosotros mismos trajimos a clase sombreros de distintos colores y formas para hacer un ejercicio en el que cada uno desarrollaría una personalidad acorde con aquella que le sugiriera el sombrero que llevaba:
domingo, 19 de diciembre de 2010
La inversión como método creativo
A veces es interesante, en lugar de analizar minuciosamente el objeto con el que vamos a trabajar, "darle la vuelta", al estilo de lo que hablé acerca de Apocalyptica, con el objetivo de encontrar en él nuevas funciones basándonos justo en las contrarias a las usuales.
Me explico. En clase volvimos al ejemplo del paraguas. ¿Qué pasa si le damos la vuelta a un paraguas? A priori parecería absurdo, ya que la función de protegernos ante la lluvia desaparecería. Sin embargo, aparecerían otras muchas funciones que no conocíamos y sin embargo, y aunque algunas suenen extrañas, tienen mucha relevancia en términos creativos.
Por ejemplo: ¿quién de nosotros no ha visto nunca en las cabalgatas a otras personas con paraguas en posición invertida para poder recoger todos los caramelos que se les tiran desde las carrozas?
La Navidad saca el lado compulsivo que hay en todos nosotros... al menos no se puede negar que es ingenioso
Durante la clase surgieron más ejemplos, como usarlo a modo de espada estando cerrado, el de agitarlo para espantar pájaros (véase Indiana Jones y la Última Cruzada), como forma de recoger agua... El que viene a continuación me parece muy curioso porque quien lo hizo ha sabido sacarle una utilidad práctica a esa idea de darle la vuelta: vemos que ha añadido un soporte en su extremo que lo mantiene sostenido en vertical, muy útil si no queda otra que dejarlo en un sitio en donde no hay paragüero.
Sí señor: simple, pero útil
miércoles, 8 de diciembre de 2010
Los chelos también son metal
Apocalyptica es un grupo finés formado a mediados de los 90 por cuatro amigos que se dedicaban a hacer covers de grupos de rock y heavy metal, como Metallica, Pantera, Sepultura, Faith no More... La cuestión está en que éstos singulares personajes los hacían valiéndose sólo de violonchelos: cada uno de ellos debía cubrir con su chelo una parte de la canción (ej: uno para la voz, otro para el bajo, otro para la guitarra rítmica, otro para la solista... pudiéndose combinar entre sí de múltiples formas). Al principio sólo hacían los mencionados covers (de hecho, su primer disco sólo contenía versiones de temas de Metallica) recurriendo únicamente a sus chelos, pero más tarde y a raíz de su éxito empezarían a incluir baterías (ej: Dave Lombardo, batería de Slayer, colaboraría con ellos en más de una ocasión), guitarras, arreglos de teclado, voces de cantantes de renombre (como Ville Valo, de HIM) y a hacer más y más temas propios. Los vídeos que dejo a continuación se corresponden con dos versiones de dos temas de Metallica: Nothing Else Matters y One, siendo el primero el vídeo oficial y el segundo, una actuación en directo (nota: no perderse el final de One, impresiona ver cómo reinterpretan en su estilo una parte que es puramente "metal" en el sentido genérico).
Y bien, ¿por qué están aquí? Les he escogido como un buen ejemplo de creatividad musical basado en una vuelta de tuerca a lo que entendemos tradicionalmente por "heavy metal", estilo que está más que demostrado que comparte muchas características con la música clásica. ¿O no? Prueba de ello es la cantidad enorme de grupos heavies que por h o por b han introducido arreglos orquestales en mayor o menor medida en sus temas: Therion, Nightwish, Epica, Within Temptation, Rhapsody of Fire, Stratovarius, Dimmu Borgir... llegando incluso a grabar con orquestas al completo y tocar con ellas en directo. Sin embargo, hasta la llegada de estos chicos nunca se había concebido la idea de hacer heavy SÓLO con instrumentos clásicos, lo cual no deja de ser una apuesta bastante arriesgada por su parte cuando comenzaron su carrera y que, por suerte, les ha dado un éxito y reconocimiento enormes.
Os dejo aquí uno de sus temas propios interpretado en directo: Quutamo.
lunes, 6 de diciembre de 2010
El análisis funcional
Es una forma de generar nuevas ideas partiendo de la observación de las funciones de los conceptos con los que estamos trabajando. Por ejemplo, en clase ha sido propuesto un ejercicio en el que teníamos que desarollar un análisis de este tipo partiendo de dos ideas, aparentemente sencillas: un grifo y un interruptor. La actividad consistía en diseñar tres tipos de grifos, uno para una cocina, otro para un baño, y otro para una terraza, así como tres tipos de interruptores, uno para un salón de estar, otro para una cocina, y otro para el baño. Para complicar el tema, los diseños debían basarse en comparaciones con tres órganos vitales: el ojo, la boca, y el esfínter.
La actividad se antojaba bastante extraña, yo mismo me ví con muchas dificultades para enfocarla. Lo que había que hacer era comparar todos estos elementos entre sí, centrándonos en sus funciones:
- El ojo. Es el órgano que regula la entrada de energía lumínica, para su posterior conversión en imágenes en nuestra mente. Su control va desde la acción más voluntaria (cerrarlos para dormir) hasta la más básica e involuntaria (parpadear).
- La boca. Es un órgano que permite tanto entradas (comida, etc.) como salidas (saliva, etc.) De los tres es el que permite un mayor control voluntario, aunque también puede tener reacciones involuntarias.
- El esfínter. Permite la contención de, dejémoslo en "materiales indeseados" por el cuerpo para su posterior salida. Actúa por necesidad, la acción de abrir/cerrar es más limitada, ya que una vez abierto es difícil de cortar.
Dicho esto, puede verse que hay ciertas similitudes con los dispositivos domésticos: el interruptor se encarga de dejar pasar o de cortar la energía eléctrica, la cual se convertirá en energía lumínica (muy en relación con lo que hace el ojo), mientras que el grifo cierra y abre el paso del agua (a modo del esfínter). Sin embargo, lo que diferencia a estos grupos de elementos es que los dispositivos domésticos implican una acción obligatoriamente voluntaria para poder funcionar, mientras que los órganos se mueven por necesidades vitales, dando lugar a acciones que a veces no controlamos.
Tanto el ojo como el interruptor son dos vías de acceso por las que pasa energía luminosa.
De esta forma ¿cómo podemos hacer nuestro diseño? Mi propuesta se basaba en cierto modo de crear dispositivos que pudiesen variar su funcionamiento atendiendo a las necesidades reales para la casa, traspasando el principio de reacción involuntaria de los órganos al ámbito doméstico. Me explico: si la pupila es capaz de cambiar su tamaño y regular la entrada de luz de la misma manera que lo hace el diafragma de una cámara, ¿por qué no hacer un interruptor que, independientemente del tipo de bombilla que se use, reacione automáticamente dependiendo del lugar de la casa donde se sitúe? En el caso de la cocina, interesa un interruptor capaz de mantener una luz más blanca durante todas las horas del día en relación con la luz que le llegue del exterior, mientras que en el pasillo y en el salón de estar ésta sea más amarillenta, para dar mayor sensación de confortabilidad (en el caso del salón debería ser más intensa, para que invite a la conversación, a la lectura, etc.) Además resultaría interesante que todos éstos fueran capaces de apagarse automáticamente en el caso de que no detecten ninguna presencia en casa, por el ahorro de energía que supone.
Con los grifos seguiríamos un método similar: debido a su similitud con lo que hace el esfínter, podríamos hacer que éstos se autorregulen en relación con el lugar de la casa en el que se encuentren. Por ejemplo: el de la terraza debería producir un chorro más fino, ya que suele usarse en ocasiones muy puntuales, mientras que los del baño y la cocina deberían permitir una mayor presión (más en el primer caso que en el segundo). Así mismo, podrían regularse en función del clima, al igual que nuestro cuerpo: éste no responde de la misma forma los días que hace calor a los que hace mucho frío, por lo que nuestros grifos podrían cambiar su presión atendiendo a los cambios de temperatura que puedan darse en la casa (ej: aumentar la presión automáticamente los días fríos para evitar que las tuberías puedan helarse y reventar, y bajarla los días calurosos para que no se produzca un gasto tan fuerte).
Con los grifos seguiríamos un método similar: debido a su similitud con lo que hace el esfínter, podríamos hacer que éstos se autorregulen en relación con el lugar de la casa en el que se encuentren. Por ejemplo: el de la terraza debería producir un chorro más fino, ya que suele usarse en ocasiones muy puntuales, mientras que los del baño y la cocina deberían permitir una mayor presión (más en el primer caso que en el segundo). Así mismo, podrían regularse en función del clima, al igual que nuestro cuerpo: éste no responde de la misma forma los días que hace calor a los que hace mucho frío, por lo que nuestros grifos podrían cambiar su presión atendiendo a los cambios de temperatura que puedan darse en la casa (ej: aumentar la presión automáticamente los días fríos para evitar que las tuberías puedan helarse y reventar, y bajarla los días calurosos para que no se produzca un gasto tan fuerte).
Suscribirse a:
Entradas (Atom)