A veces es interesante, en lugar de analizar minuciosamente el objeto con el que vamos a trabajar, "darle la vuelta", al estilo de lo que hablé acerca de Apocalyptica, con el objetivo de encontrar en él nuevas funciones basándonos justo en las contrarias a las usuales.
Me explico. En clase volvimos al ejemplo del paraguas. ¿Qué pasa si le damos la vuelta a un paraguas? A priori parecería absurdo, ya que la función de protegernos ante la lluvia desaparecería. Sin embargo, aparecerían otras muchas funciones que no conocíamos y sin embargo, y aunque algunas suenen extrañas, tienen mucha relevancia en términos creativos.
Por ejemplo: ¿quién de nosotros no ha visto nunca en las cabalgatas a otras personas con paraguas en posición invertida para poder recoger todos los caramelos que se les tiran desde las carrozas?

Durante la clase surgieron más ejemplos, como usarlo a modo de espada estando cerrado, el de agitarlo para espantar pájaros (véase Indiana Jones y la Última Cruzada), como forma de recoger agua... El que viene a continuación me parece muy curioso porque quien lo hizo ha sabido sacarle una utilidad práctica a esa idea de darle la vuelta: vemos que ha añadido un soporte en su extremo que lo mantiene sostenido en vertical, muy útil si no queda otra que dejarlo en un sitio en donde no hay paragüero.

Tu eres javi.
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